Si tienes más tiempo y ganas de darte un largo paseo, no dudes en visitar las ruinas espectaculares y mágicas de Glanum. Están situadas a las afueras, muy a las afueras, yendo todo recto por la avenida de Pasteur y siguiendo por la Avenida de Vincent Van Gogh. Después de andar un buen rato podrás ver los inmensos arcos romanos que se imponen majestuosos y yendo más hacia delante podrás entrar por unos pocos euros y disfrutar de las ruinas arqueológicas de Glanum que revelan una planificación ejemplar urbana y los principales monumentos religiosos y civiles. Ante tus ojos verás un oppidum galo en torno a un manantial sagrado y una ciudad de influencias griegas y latinas.
Cuentan diversos estudiosos que Nostradamus vendría a menudo a juguetear entre las ruinas y que la curiosidad por lo mágico se impregnó en él por lo hermético de este lugar. Su abuelo pudo perfectamente acompañar al joven Michel y mientras daban largos paseos por este emplazamiento, le instruía en las ciencias que de mayor ejercería con gran sabiduría.
Y es que algo de mágico y misterioso debe de quedar aún aquí porque en diversas fotos, como ahora veréis, unas luces de color azul como repletas de energía fueron captadas por mi objetivo.
